
Según nuestra experiencia, una de las dudas más frecuentes que suelen tener las mujeres que deciden someterse a una mamoplastia en Madrid hace referencia a la sensibilidad de las mamas tras la intervención. No son pocas las que han escuchado que nada será igual después de pasar por el quirófano. Como cualquier otro tipo de cirugía, el aumento de pechos puede implicar algunos efectos secundarios. Uno de ellos es la pérdida de sensibilidad, pero lo cierto es que la frecuencia de que esto ocurra es muy baja y, en caso de que aparezca, suele ser de forma temporal.
Es lógico que las pacientes se preocupen al leer esto, pero el porcentaje de casos es inferior al 10%. Además, hablamos de un efecto transitorio que puede durar alrededor de los 6 meses. Durante la intervención, la tarea del cirujano plástico en Madrid será crear un espacio acorde al tamaño de los implantes que se van a colocar. Lo más frecuente es ubicarlas detrás del músculo para evitar los problemas de encapsulamiento. Existe otro motivo para hacerlo así, ya que esta medida permite obtener unos resultados más naturales.
Precisamente, es durante este proceso cuando cabe la posibilidad de que algún nervio de la zona se vea afectado. Al operar cerca del entramado de conductos nerviosos, es posible que alguno de ellos experimente un alargamiento, que puede desencadenar un funcionamiento anómalo temporal. Esta es la causa de la pérdida de sensibilidad en la zona. Sin embargo, como ya hemos comentado, la incidencia de esta complicación es muy baja y no es un problema frecuente. En estos casos, la ingesta de vitamina B es recomendable, ya que contribuye a la regeneración nerviosa.
Aunque el porcentaje de riesgo es mínimo, sube ligeramente con los implantes más grandes. Este es uno de los motivos por los que el Doctor Díaz Gutiérrez, cirujano plástico en Madrid, siempre hace hincapié en la importancia de seleccionar una talla acorde con el volumen del resto del cuerpo. Teniendo en cuenta, también, que un aumento desproporcionado puede romper la armonía corporal de la paciente.
El mayor problema con el tamaño de las prótesis está relacionado con el ancho de las mismas. Por ello, siempre trabajamos con un ancho acorde a las medidas del tórax similar al de las mamas de la paciente, evitando así que algún nervio pueda verse afectado. La mejor opción siempre será dejarse aconsejar por el cirujano plástico que va a realizar la intervención, ya que tendrá en cuenta todas las complicaciones que pueden surgir y te orientará en todo lo necesario para conseguir un resultado satisfactorio y natural.