La mastopexia es un procedimiento quirúrgico para la elevación y mejora de la forma de los senos caídos y flácidos, eliminando el exceso de piel y reubicando los pezones, permitiendo recuperar la autoestima y la seguridad.
Las causas que impulsan a las mujeres a este procedimiento están relacionadas con el descolgamiento de las mamas a causa de cambios drásticos de peso o efectos de lactancia, entre otros
Este tipo de procedimiento es voluntario, es decir, su propósito es estético y debe ser resultado personal de la mujer que lo solicita, sin ningún tipo de influencia o presión externa.
Las cicatrices de la mastopexia
Las cicatrices pueden localizarse en distintas zonas del seno dependiendo de la técnica que el médico haya utilizado teniendo en cuenta los siguientes factores:
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Si se requiere el uso de implantes durante la mastopexia la cicatriz será menor, pues al rellenar se reduce el exceso de piel.
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Si la cantidad de piel y tejido grado que se necesita retirar es alta, las cicatrices tendrán una mayor longitud.
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Quizás este es el factor más complejo, entre más centímetros haya que ascender la areola y el pezón a una posición más centrada, mayor será la longitud de la cicatriz.
Cuidados de las cicatrices en el postoperatorio
Es posible lograr que las cicatrices con el paso del tiempo disminuyan, suavicen su aspecto y sean casi imperceptibles, para que esto suceda es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones durante el postoperatorio:
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Uno de los factores más importantes es el uso del sujetador postoperatorio recomendado por el cirujano, ejercen menor presión sobre la incisión y permiten que el proceso de curación sea más efectivo cuando empieza a formarse el tejido cicatricial.
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Proteger las cicatrices del sol es vital. Se recomienda el uso de protector solar de alto espectro los primeros meses tras la intervención.
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Se recomienda dejar de fumar durante el periodo de la recuperación de la cirugía. Los agentes tóxicos el tabaco, entre ellos la nicótica, reducen la oxigenación de la sangre, limitando la capacidad de las células en su proceso de recuperación y cicatrización.
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Mantener una dieta sana que permita al organismo disponer de los nutrientes necesarios para un proceso de cicatrización rápido y efectivo. Se recomienda incluir en la dieta alimentos basados en proteínas, omega 3, vitamina k y hierro.
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Durante el periodo de maduración de las cicatrices se recomienda el uso de cremas o aceites cicatrizantes, en el mercado existe una amplia variedad de este tipo de productos.
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Los parches de silicona también son una buena opción para mejorar el aspecto de las cicatrices. Son unos apósitos que se pegan sobre las cicatrices ejerciendo presión que mantiene unidos los tejidos.
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Los masajes postoperatorios son positivos para evitar que el colágeno se acumule en las cicatrices y se redistribuya en la zona, esto ayudará a que se suavice y se aplane. Es importante tener presente que los masajes solo podrán realizarse después que la costra de la cicatriz se haya caído completamente.