Estudios clínicos han demostrado ampliamente que el tabaquismo afecta a la salud, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares; sin embargo, en la actualidad se ha enfatizado en una serie de afecciones de carácter estético que van en aumento.
En el 2020, la Encuesta Europea de Salud en España reveló que el rango de edad de las personas que declaran fumar diariamente está entre los 25 y 64 años; justamente dentro del rango de edad que dedica más tiempo y recursos en el cuidado de su apariencia.
¿Qué tipo de afecciones estéticas produce el tabaquismo?
El tabaquismo afecta directamente la apariencia física, afectando especialmente la piel promoviendo la aparición de signos claros de envejecimiento prematuro directamente ligado con el consumo de nicotina.
Uno de los efectos más fuertes que produce esta sustancia, además de la dependencia, es la reducción de la oxigenación tisular, provocando la aparición temprana de arrugas y cambios en el tono de la dermis, capa de la piel que contiene las células que le brindan su flexibilidad y fortaleza.
Además, aumenta la cantidad de radicales libres, afectando directamente la producción de la elastina y el colágeno, proteínas necesarias para el desarrollo de los tejidos y mantener la firmeza de la piel.
Sin embargo, la gravedad de sus efectos puede aumentar provocando el desarrollo de patologías mucho más complejas como acné e incluso diversos tipos de cáncer de piel
El impacto negativo del tabaquismo se extiende incluso hasta el pelo. Este tiende a volverse quebradizo, más frágil y delgado, promoviendo la pérdida de cabello y la aparición de canas; en casos más severos llega incluso a provocar la psoriasis, también causada por el consumo de nicotina.
En este caso, evidencia la afectación de la circulación sanguínea que impide que el pelo, tanto como otros órganos, reciban los nutrientes requeridos para su desarrollo y buen funcionamiento.
El consumo de cigarrillo también provoca problemas dentales por la concentración de alquitrán, el cual sumado con otras sustancias como la nicotina, genera el amarillamiento y manchas de los dientes.
Otra consecuencia, es la reducción del flujo de saliva normal produciendo halitosis, es decir, el mal aliento crónico. Incluso aumenta la probabilidad de sufrir daños en el esmalte de los dientes provocando caries.
¿Cómo prevenir estos problemas estéticos?
Solo hay una forma de prevenir los problemas estéticos causados por el consumo de cigarrillo, como seguramente lo han podido anticipar, es dejar de fumar. Esta es una tarea titánica por el efecto adictivo de la nicotina, haciendo mucho más difícil su abandono.
Para lograrlo, existen múltiples tratamientos que permiten sustituir el efecto de la nicotina por medio de pastillas, parches o chicles, entre otros. Su consumo reduce el impacto negativo del síndrome de abstinencia, el cual en sus casos más severos produce molestias tales como insomnio, pérdida de apetito o dolor de cabeza.
Dejar de fumar requiere cambios profundos en el estilo de vida, especialmente que le permita tomar distancia de los comportamientos que promueven el consumo de tabaco, así como desarrollar hábitos de cuidado incluyendo el aumento de la práctica de actividad física.