
Son muchas las mujeres que no acaban de aceptar la forma o el tamaño de sus pechos sin saber que presentan una anomalía mamaria benigna llamada mama tuberosa. Hablamos de una irregularidad en la formación de uno o ambos senos que solo tiene consecuencias estéticas. Esta patología no supone una merma para la salud física de la paciente pero, sin embargo, es frecuente que estas mujeres desarrollen inseguridad y vean mermada su autoestima.
La anomalía suele presentarse durante la fase de desarrollo, en la adolescencia. El problema puede afectar tanto al polo inferior como a los laterales. La causa aparece ante el problema de las mamas para desarrollarse de forma adecuada, ya que el tejido que cubre la glándula mamaria presenta una rigidez excesiva impidiendo su expansión. Al final, ante la imposibilidad de un desarrollo normal, acaba por herniarse y termina saliendo hacia el exterior por la piel más fina de la zona: el pezón.
Esta malformación presenta el nombre de mamas tuberosas porque a menudo las mamas afectadas se asemejan a la forma de un tubo. Este problema se encuentra presente desde el nacimiento de la paciente, pero no hay ningún método para detectarlo antes del desarrollo en la pubertad, cuando ya aparece el crecimiento anómalo. Es un problema bastante frecuente, aunque en muchas ocasiones se desconoce.
¿Cómo se soluciona?
Existen diferentes grados de gravedad catalogados en la escala de Grolleau y col. Para determinar el tipo de problema presente en cada caso será necesario dividir la mama en cuatro cuadrantes y valorar la deformación en función del área que se vea más afectada. El Doctor Díaz Gutiérrez, cirujano plástico en Madrid, mantiene que es necesario acudir a una consulta de medicina estética para recibir un diagnóstico adecuado al mismo tiempo que define cuál es el tratamiento más adecuado.
Mediante una intervención quirúrgica se pueden realizar las siguientes acciones:
- Eliminar la banda constrictora que ancla el surco.
- Liberar el polo inferior de la glándula para poder generar un nuevo surco.
- Reducir el tamaño de las areolas para que tengan una apariencia más natural.
- Aunque no siempre es necesario, a menudo se aprovecha para realizar una mamoplastia de aumento, ya que las mamas tuberosas no suelen desarrollarse demasiado.