
Nuestra nariz es un elemento esencial que define nuestro rostro y expresividad. No estar satisfechos con sus proporciones o forma, muchas veces genera inseguridad y malestar. En estos casos, la rinoplastia ultrasónica es la mejor solución quirúrgica para conseguir la armonía del rostro y conseguirlo con menos inflamación, hematomas y dolores que con otras intervenciones. De hecho, la cirugía de nariz es uno de los procedimientos más demandados en cirugía plástica.
¿Su objetivo? Mejorar el aspecto de la nariz, su forma y proporcionalidad buscando siempre un resultado completamente natural. Además, ayuda a reparar daños provocados por un posible accidente o a corregir anteriores intervenciones. De ahí que muchas personas decidan realizar una rinoplastia a fin de obtener la nariz perfecta.
Mucho más que una cuestión estética
Más allá de lo estético, la rinoplastia también tiene un aspecto funcional relevante pudiendo ser la solución a problemas de salud, como la dificultad respiratoria. Por ello, para que la intervención sea un éxito deben tenerse en cuenta tanto la simetría, la proporción facial y la altura, así como la estructura interna de la nariz por si fuera necesario corregir cualquier imperfección.
Con el paso del tiempo, la medicina estética ha desarrollado técnicas menos invasivas, con resultados visibles desde el primer momento y con rápida recuperación. Tanto es así, que la rinoplastia ultrasónica es considerada como la intervención más precisa, rápida y menos dolorosa.
Una intervención innovadora y sin cicatrices
El miedo al dolor es uno de los problemas por los que muchas personas rechazan realizar cualquier tipo de cirugía. Debido a la presión que permite, la rinoplastia ultrasónica ayuda a superar ese temor y, además, garantiza la ausencia de marcas visibles.
Esta técnica utiliza los ultrasonidos para poder limar el hueso y fracturarlo con total precisión, llegando a ser incluso milimétrico. Además, se respetan todos los tejidos circundantes, los que se traduce en menos traumatismos y moratones en la zona alrededor de los ojos. El único corte que se realiza es en la zona que separa los dos orificios nasales, y es tan pequeño que pasados unos dos meses es prácticamente invisible.
Y la gran pregunta, ¿cuándo son visibles los resultados finales? Las personas que se someten a de una rinoplastia ultrasónica pueden retomar su vida y rutina tras pasar unos 7 días, una estimación que depende del tipo de trabajo realizado e incluso del tipo de piel del paciente. No obstante, el aspecto deseado aparece a partir de las 4-6 semanas y es definitivo al año.