La cirugía del mentón o mentoplastia es uno de los procedimientos menos valorados por los pacientes. Sin embargo, puede suponer un cambio notable en el óvalo facial. Con una intervención rápida y sencilla se pueden conseguir unos resultados sorprendentes. Hablamos de un procedimiento quirúrgico que permite al cirujano plástico cambiar la forma o el tamaño de la zona de la barbilla. Su objetivo final será conseguir una mayor armonía de los rasgos faciales.
Como en todos los procedimientos quirúrgicos, el paciente deberá acudir a una consulta donde el cirujano realizará un diagnóstico y determinará qué acciones son las más adecuadas para cumplir con sus expectativas. Evidentemente, las facciones y el sexo del paciente serán determinantes para decidir cómo acometer la intervención.
Un paciente no tiene por qué saber qué tipo de tratamiento será más adecuado para su caso en concreto. Eso es una tarea que le corresponde al cirujano plástico. Muchas veces, notamos que algo no acaba de encajar en nuestra expresión facial, pero focalizamos el problema en una zona donde no está. La mentoplastia no es una técnica demasiado solicitada, pero muchas veces al explicar sus beneficios el paciente se da cuenta de que es exactamente lo que necesita.
Principales ventajas de la mentoplastia
- La intervención es rápida y sencilla, rara vez supera los 30 minutos.
- Los resultados obtenidos son naturales, sin cicatrices ni aspecto alterado.
El mentón marcado es un rasgo asociado a la masculinidad. Por ello, son muchos los hombres que deciden pasar por el quirófano para enmarcar más esta parte de su fisionomía. Por el contrario, muchas mujeres pueden querer retocar esta zona para tener unos rasgos más suaves y más femeninos. También es frecuente que se realice este tratamiento con el objetivo de armonizar los rasgos faciales.
El Doctor Díaz Gutiérrez, cirujano plástico en Madrid, sabe que la mentoplastia es en muchas ocasiones una cirugía secundaria interesante. Muchas veces se consigue un resultado global mucho más satisfactorio y sorprendente. Evidentemente, cada caso es diferente y por ello habrá que analizar muchos datos antes de tomar la decisión. Si tienes alguna duda, lo mejor es que consultes con un cirujano experimentado y debidamente cualificado. Su misión será atenderte, resolver todas tus inquietudes y gestionar tus expectativas para que sean reales.