Tras dar a luz la mujer se adapta a su nueva vida como mamá, pero estos no son los únicos cambios que deberá afrontar durante los siguientes meses. Su cuerpo también será distinto después de la gestación y, además, se enfrentará a un desajuste hormonal importante. Muchas mujeres encuentran dificultades para recuperar su figura, lo que suele mermar su autoestima y hacerlas sentir más vulnerables. De hecho, muchas de ellas recurren a nuestros tratamientos mommy makeover en Madrid para volver a conectar con su cuerpo tras la maternidad.
La recuperación tras el parto es un proceso lento. Resulta evidente que será imposible recuperar la figura de forma inmediata. Con el paso de los meses, con una dieta saludable y la práctica de ejercicio físico se notarán los resultados. Sin embargo, muchas mujeres no alcanzan sus metas y hay cambios que requieren la intervención de un cirujano plástico. Cuando una paciente da este paso es porque no reconoce su cuerpo, a nivel emocional los cambios le pasan factura y merman su calidad de vida.
Tras la gestación, los cambios más importantes se centran en el abdomen y en las mamas. Las intervenciones estéticas tras el parto están más relacionadas con la zona de vientre. Aunque en algunos casos, las mamás han perdido volumen o tersura en sus senos tras la lactancia. Los tratamientos en el abdomen tras el parto recuperan el aspecto estético de esta zona que se deforma para dar cabida al feto. La técnica trabaja sobre la grasa, la musculatura y la piel.
El Doctor Díaz Gutiérrez, cirujano plástico en Madrid, sabe bien que esta técnica también puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las pacientes. Ya que un abdomen abultado puede forzar una mala postura en la columna, desencadenando otros problemas y patologías. El momento ideal para plantearse este tipo de tratamientos será aquel en el que la mujer detecta que la recuperación natural se ha estancado. Aunque resulta evidente que este estado no será igual para todas las mujeres.
La mamoplastia de aumento también es un procedimiento muy demandado tras la maternidad. Los senos más grandes pueden caerse tras la lactancia, suponiendo un cambio notable. Cada caso deberá ser valorado por el cirujano, quien determinará qué tratamiento es el más adecuado para conseguir los resultados esperados.