Si hay una parte del cuerpo que acarrea un gran número de preocupaciones a nivel estético, tanto para mujeres como para hombres, esta es sin lugar a duda la nariz. Un rasgo físico que marca enormemente la cara, confiriéndole una personalidad que en muchos casos no es deseada, por ofrecer molestias o por ser visualmente poco favorecedora y atractiva, pero que ahora, gracias a la recuperación de una rinoplastia ultrasónica, tiene fácil solución.
Ahora, gracias a esta innovadora técnica por ultrasonido, es posible realizar una intervención poco invasiva, que nada tiene que ver con los métodos de antaño, y que, mediante un modelado de los huesos de la nariz por ultrasonidos localizados, se puede obtener un resultado estético realmente sobresaliente.
¿En qué consiste?
Los nuevos avances técnicos han permitido recurrir al ultrasonido para remodelar el hueso de la nariz en la cirugía plástica, siendo una opción muy interesante si se desea, no solo evitar los molestos dolores de las técnicas tradicionales, sino también obtener excelentes resultados estéticos.
Ahora, con la recuperación de una rinoplastia ultrasónica, es posible mediante una práctica anestesia local o general, realizar una pequeña y precisa incisión en la parte frontal de la nariz, concretamente en la columela.
Una vez hecha esta incisión, se retira la nariz hacia atrás, con la máxima precisión y sin dañar tejidos, para exponer la zona que se quiere intervenir, y de este modo poder remodelar por ultrasonidos zonas como el puente, la punta nasal, o las fosas nasales, para darle el aspecto deseado.
Con esta técnica de rinoplastia abierta los especialistas pueden llevar a cabo un trabajo más preciso, ya que hay una total visualización de las zonas a tratar, siendo posible intervenir con precisión milimétrica, solo en las zonas que se desean remodelar, sin tocar otros tejidos o partes.
Ventajas de la rinoplastia ultrasónica
Dentro de las interesantes ventajas de la rinoplastia ultrasónica, cabe destacar la rapidez en la recuperación y el mínimo dolor y daño ocasionado en la zona a tratar.
Así, por ejemplo, apenas hay señales de hinchazones o moratones en la nariz después de la intervención por ultrasonidos, ni señales de cortes. Los resultados son óptimos, ya que se percibe gran naturalidad en el conjunto de la nariz, tanto desde su punta como al puente nasal.
El trabajo de perfilado es sobresaliente, y se nota la gran precisión de la remodelación de los huesos de la nariz, obteniendo un resultado exacto a las peticiones previas del paciente.
Además, el dolor postoperatorio es prácticamente anecdótico y en algunos casos inexistente, sin apenas complicaciones posteriores, y sin la necesidad de recurrir a cirugías de revisión, como sí ocurre en otro tipo de intervenciones más invasivas y con peores resultados como las de antaño.
Igualmente, con la rinoplastia ultrasónica los resultados son prácticamente permanentes, una vez que se hayan acabado las sesiones y haya transcurrido el tiempo pertinente para comprobar los sobresaliente resultados finales de este tipo de intervención estética que cada día gana más adeptos.