Muchas personas no se sienten conformes con el reflejo corporal que el espejo les devuelve. Aunque todos podemos querer mejorar una parte de nuestra anatomía corporal, lo cierto es que los pacientes con dismorfia corporal tienen una percepción que no tiene nada que ven con la realidad. Pueden verse gordas cuando no lo están o no sentirse conforme con la forma o el tamaño de sus pechos, su nariz, sus glúteos, etc.
La imagen de su aspecto físico que se crean de ellos mismos no se corresponde con lo que el resto del mundo puede ver. Y el problema aparece cuando esta percepción distorsionada se convierte en una verdadera obsesión. Desafortunadamente, hablamos de una patología que resulta más frecuente de lo que podamos imaginar, creando un problema en el bienestar del paciente que sufre esta dolencia.
De hecho, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) el número de pacientes está incrementándose en Europa y América. Rechazan su aspecto hasta tal punto que pueden pasar varias veces por el quirófano para retocar su apariencia física.
¿Cómo podemos detectar la dismorfia corporal?
Generalmente, las personas que padecen este tipo de trastorno presentan conductas y comportamientos que no pueden evitar: mirarse continuamente en los espejos, arreglarse de forma compulsiva, compararse con otras personas o maquillar y ocultar aquellas partes de su cuerpo con las que no se sienten conformes siendo personas con trastorno dismórfico.
La depresión puede ser uno de los factores desencadenantes de este trastorno que afecta a la salud mental de la persona. Los pacientes afectados tienden a criticarse de forma excesiva y alejarse de su círculo social. Su comportamiento suele responder a comportamientos impulsivos.
El Doctor Díaz Gutiérrez, y su equipo de médicos especialistas, siempre tiene en cuenta esta posibilidad. Los cambios innecesarios no deberían realizarse. La mejor manera de tratar este problema mental será recibir ayuda psicológica o psiquiátrica. Hay que tener en cuenta, que en la cita con el cirujano este debe valorar el problema o malformación y trabajar las expectativas del paciente. Una persona con dismorfia corporal no atenderá a expectativas realistas y nunca verá alcanzados sus objetivos estéticos.