Sí, existe tratamiento para las patas de gallo mediante medicina estética. Te explicamos las distintas opciones para tratarlas en consulta.
Cuando la cosmética no es suficiente, la cirugía estética y regeneradora es la solución.
¿Qué son y cuál es el tratamiento de las patas de gallo?
Las líneas de contorno son una degeneración facial natural consecuencia de la edad, de gesticular y fruncir el ceño y los párpados. Son arrugas que aparecen en la zona de los ojos, especialmente en las comisuras externas.
Por su parecido con la huella que deja la pata de un gallo, las conocemos con este nombre. Estas arrugas son una de las señales más comunes del envejecimiento, especialmente visibles por lo fina que es nuestra piel en la zona periorbital.
A medida que envejecemos, la piel pierde firmeza y elasticidad, por eso se forman estos pliegues y líneas en el contorno de los ojos. La medicina estética ofrece una amplia variedad de tratamientos muy efectivos que detallamos a continuación.
Tratamientos más comunes y eficaces
Toxina botulínica (bótox)
- Es uno de los tratamientos más populares, pues no requiere cirugía y los resultados son visibles en muy poco tiempo.
- El bótox es una neurotoxina que paraliza temporalmente los músculos responsables de las arrugas dinámicas.
- Su efecto dura entre 3 y 6 meses y puede requerir retoques periódicos.
Relleno dérmico (ácido hialurónico)
- Es otro de los procedimientos más habituales. Son inyecciones que rellenan las arrugas y restauran el volumen perdido.
- Aportan hidratación y volumen en la zona tratada, suavizando las arrugas y mejorando la textura de la piel.
- Los efectos duran entre 6 meses y un año.
Láser
- Utiliza la energía de la luz para estimular la producción de colágeno y elastina.
- Los resultados son visibles tras varias sesiones y su efecto dura varios meses.
- Es muy seguro. Como efecto secundario puede aparecer simplemente enrojecimiento o inflamación temporal.
Peeling químico
- Se aplica una solución química en la piel que exfolia y elimina las capas superiores más dañadas.
- Lo que se consigue es estimular la regeneración de la piel, mejorando el tono y disminuyendo las arrugas superficiales.
- Es importante realizarlo en un centro de confianza para evitar hiperpigmentación o cicatrices derivadas de una mala praxis.
Hilos tensores
- Es un tratamiento para las patas de gallo mínimamente invasivo. Consiste en insertar hilos de sutura en la piel que levantan y tensan el tejido.
- Dichos hilos estimulan la producción de colágeno y mejoran la firmeza de la piel.
- Sus efectos duran de entre 12 a 18 meses.
Microdermoabrasión
- A pesar de su nombre es un procedimiento no invasivo que elimina células muertas y promueve la regeneración celular.
- Los resultados son sutiles y el procedimiento es suave y seguro.
- No es efectivo en casos de arrugas muy profundas.
Lo más importante a la hora de someterse a cualquier tratamiento para las patas de gallo es acudir a una clínica autorizada como la nuestra, y que personal médico profesional analice tu caso de forma individual.