La piel se compone en un 30% de agua, acaparando la mayor cantidad de este líquido en la capa más superficial. De hecho, en este punto encontramos un conjunto de corneocitos y lípidos intercelulares cuya función principal es evitar la evaporación del agua almacenada en nuestro organismo. En nuestra clínica, donde encontrarás gran variedad de tratamientos de rejuvenecimiento facial en Madrid, sabemos que, independientemente del tipo de piel que tengamos, la deshidratación cutánea puede ser consecuencia de las agresiones externas.
Hablamos del órgano más extenso del cuerpo humano, el que nos envuelve. Se presenta en varias capas, quedando entre nuestro organismo y el exterior. Por esta razón no debemos olvidar que funciona como una barrera protectora. La hidratación de la piel es una cuestión esencial para que esta luzca el mejor aspecto posible. De hecho, cuando pierde su hidratación se muestra apagada, rugosa y frágil.
Hemos escuchado, de mil formas diferentes, que es necesario beber unos dos litros de agua al día y, realmente, es una cuestión fundamental para una vida saludable. La hidratación se nota a primera vista y una piel con falta de agua envejecerá irremediablemente. Para entenderlo mejor, podemos profundizar en el concepto de que el paso del tiempo no sólo provoca arrugas o manchas, sino que también influye en la capacidad que nuestro organismo tiene para retener los líquidos y mantenerse hidratado. Es decir, el paso de los años puede llegar a deshidratar nuestra piel.
A pesar de esta cuestión, lo cierto es que las pieles más jóvenes también pueden estar deshidratadas. Esto suele darse cuando se producen exposiciones solares prolongadas o, incluso, como parte de la herencia genética. De hecho, los cosméticos formulados para las personas mayores de 30 años suelen contener principios activos para combatir y evitar los primeros signos del envejecimiento, pero sobre todo para mejorar la hidratación de todas las capas cutáneas.
El Doctor Díaz Gutiérrez, cirujano plástico en Madrid, siempre hace hincapié en la necesidad de ingerir gran cantidad de agua a diario y llevar a cabo una dieta saludable. La alimentación también es una fuente de hidratación y es necesario conocer aquellos alimentos que van a ayudarnos a mantener los niveles de agua en la piel como las frutas, verduras y hortalizas.