El paso del tiempo deja su huella imborrable en nuestro rostro. C, con los años la piel pierde firmeza, tersura y elasticidad. La dermis del óovalo facial es la más fina del cuerpo, además expresamos muchas emociones con la cara y, todo ello, hace que aparezcan las temidas líneas de expresión y arrugas faciales. También es responsabilidad del tiempo que se reduzcan los niveles de colágeno y de grasa facial, acelerando la aparición de los síntomas de envejecimiento. De hecho, según nuestra experiencia en la aplicación de técnicas de rejuvenecimiento facial en Madrid, este es uno de los procedimientos más demandados.
Las zonas más afectadas por el nvejecimiento son: las mejillas, las cejas, el contorno de los ojos, el cuello o la papada. El envejecimiento hace que nuestra expresión parezca triste o cansada. El lifting facial es la mejor manera de ponerle remedio y devolverle a la piel la elasticidad y la tersura propia de los años de juventud. Hablamos de una intervención quirúrgica cuya función principal es minimizar los pliegues y arrugas.
El procedimiento consiste en estirar los músculos de la cara y el cuello y eliminar la piel sobrante tras el proceso. El tratamiento clásico se realiza mediante pequeñas incisiones, que son prácticamente inapreciables ya que suelen esconderse tras el lóbulo de la oreja o el pelo. En estos casos, se emplea anestesia general y el paciente debe permanecer ingresado, al menos, unas 24 horas.
Nuevas técnicas de rejuvenecimiento facial
Hasta hace unos años, el lifting era el único tratamiento disponible para reducir los signos de la edad. Sin embargo, la evolución de la tecnología ha hecho posible la irrupción de nuevos tratamientos, mucho menos invasivos. Cada uno de ellos presenta unas características específicas y será el cirujano plástico en Madrid, o en cualquier otro lugar, el que deberá valorar quée procedimiento será más eficaz en cada caso.
Hilos tensores
Se implantan en la capa más profunda de la piel, en el tejido conjuntivo. Esta acción permite elevar y reubicar las áreas de piel que se han ido descolgando. Sin embargo, esta técnica no está recomendada en los casos de pacientes con un elevado grado de flacidez o piel sobrante. Además, los hilos tensores pueden ser permanentes o reabsorbibles y, a menudo, se complementan con otros tratamientos como, por ejemplo, la blefaroplastia.
Tóxina botulínica
Se emplean micro inyecciones de diferentes fármacos que se infiltran en la piel con el objetivo de paralizar los músculos que son los que causan las arrugas. Sin embargo, este tratamiento es temporal. Con el paso del tiempo, la piel vuelve a su posición anterior y los efectos dejan de ser visibles.
El Doctor Díaz Gutiérrez siempre explica que la toxina botulínica y los rellenos dérmicos no tienen nada que ver. Estos últimos no actúan sobre los músculos, sino que trabajan de forma directa sobre las capas dérmicas de la piel, aportándoles volumen y rellenando las depresiones que provocan las arrugas.